Iberia Airport Services, la división de aeropuertos de Iberia, se juega mucho las próximas semanas. Ha presentado su licitación para la prestación de las actividades de handling a terceros en los 41 aeropuertos españoles. Sus mejores bazas, la innovación, su inversión para lograr 0 emisiones netas en 2025 y la experiencia de su equipo.

Hoy, Día internacional de la mujer, escuchamos a cuatro grandes mujeres que trabajan en el aeropuerto, a pie de avión, que nos cuentan su experiencia en un mundo de hombres. Ellas clasifican y cargan tus maletas, te llevan de la terminal al avión y lo deshielan cuando es necesario.

¿Quieres conocerlas?

Para mí este mes de marzo es especial porque cumplo 24 años en Iberia.

Mi función es cuidar de que el equipaje, llegue a su destino junto con los clientes. Aunque no se nos vea demasiado, nuestro trabajo es crítico para la puntualidad de los vuelos, por ejemplo.

Recuerdo que cuando entré no había muchas mujeres en mi departamento, y algunos compañeros pensaban que no podríamos realizar este trabajo por la cantidad de peso que se mueve. Pero con los años se ha demostrado que, dentro de nuestra capacidad física, desempeñamos las mimas funciones.

Iberia también se ha ido adaptando a tener mujeres en este departamento y ahora, por ejemplo, tenemos un uniforme de corte femenino. En lo que siempre se nos han tratado a hombres y mujeres como iguales es con respecto al trabajo, sueldo y acceso a puestos de responsabilidad.

Me encanta viajar siempre que puedo. Cuando estoy cargando o descargando un avión siempre pienso ¡qué suerte tienen las personas que van dentro!

Con tantos años trabajando en Iberia, terminas por considerar a tus compañeros tus amigos y todos formamos una gran familia. En mi caso, una familia literal, porque mi pareja también es compañero, un guapo Técnico de Mantenimiento de Aviones que me acompaña en mi vida personal y profesional. ¡Justo nos conocimos un mes de marzo!

Llevo en Iberia desde el 2002, hace más de veinte años ya…

Soy una de las personas que realiza el deshielo de los aviones.

Me gusta mucho mi trabajo, aunque debo decir que también impone un poco; es una gran responsabilidad porque el deshielo es una operación fundamental en los meses de invierno. Hay que aplicar correctamente el glicol, el anticongelante que utilizamos en aviación para descongelar los planos del avión y todos los puntos críticos para que este pueda despegar con total seguridad.

Aunque todavía solo somos dos mujeres en la plataforma de deshielo, en estos más de 20 años que llevo en Iberia sí que veo que ha cambiado la situación para las mujeres que trabajamos en la rampa, y nuestra presencia está mucho más normalizada.

Llevo en Iberia desde 1999.

Soy una de las personas que conduce las jardineras, los autobuses que llevan a los clientes desde la terminal al avión cuando está aparcado en remoto, lejos de la terminal.

Lo que más me gusta de mi trabajo es la buena relación que mantengo con mis compañeros.

Me aporta mucha independencia a todos los niveles, y me he demostrado a mí misma que las mujeres somos capaces de realizar cualquier tipo de trabajo.

En ningún momento me he sentido discriminada; siempre me han tratado, y me he sentido, una más del equipo.

Con respecto a mi vida, soy una mujer independiente con una hija de 28 años a la que he sacado adelante yo sola.

Entré a trabajar en Iberia hace ya justo cuatro años, en marzo 2019.

Mis compañeros y yo somos los encargados de cargar y descargar las maletas. Esperamos a que estacione el avión y, cuando se han apagado la luces anticolisión, nos acercamos para calzarlo y establecer un perímetro que nos permita descargarlo garantizando nuestra seguridad y evitando cualquier golpe al avión. Desde la rampa llevamos las maletas a los muelles correspondientes a cada vuelo, para que las recojan los clientes en los hipódromos de equipajes.

¿Discriminación por ser mujer? Ni negativa ni positiva. Desde el primer día que llegué, he sido una más que se agradezco que sea así.

Lo que más me gusta de mi trabajo es el compañerismo y el buen ambiente que hay. Y el poder trabajar cerca de los aviones, que es algo que engancha.